domingo, 25 de abril de 2010

Instalándome en Brisbane

Hoy os escribo desde mi nueva casa aunque lo subiré en el Mc ya aquí no tenemos Internet.


Como habréis apreciado ya tenemos casa. Cuando volvimos de la isla estuvimos buscando más casas por Internet, vimos un apartamento en el centro bastante bien de precio así que vinimos a verlo el miércoles día 7 de Abril. Nos enseñó un piso piloto del apartamento/estudio, no el que sería el nuestro pero nos gustó mucho ya que, aunque es pequeño (unos 40 metros cuadrados más una terracita), tiene lo básico. Empezando por la izquierda tiene una cama de matrimonio, 2 mesillas, un baño (esto es lo único que tiene puertas, el resto es rollo estudio), la cocina y lo demás es un saloncito con mesa y sillas, mueble con televisión, aire acondicionado, sofá, 2 muebles con estanterías y un armario. Aparte de esto incluye plancha con su respectiva tabla, sandwichera, teléfono, microondas, cocinita eléctrica (aunque de momento estropeada), un mini tendedero, un mini frigorífico y platos, vasos y enseres de cocina para 3 personas. Lo único malo es que el suelo es de moqueta a excepción del baño y de un cachito de la cocina por lo que ¡la risa para limpiarlo!


De precio se iba sólo 5$ semanales a los que habíamos estado mirando compartidos, este estaba en el centro, era para nosotros solos y además teníamos piscina, un mini jacuzzi y zona de barbacoa comunitaria así que dijimos que lo queríamos, rellenamos unos papeles y nos pidieron referencias para asegurarse de que éramos buena gente. A los 2 días nos llamaron y nos dijeron que nos podíamos pasar el lunes a ver el apartamento definitivo, vinimos y contestamos que nos lo quedamos aunque la cocina estaba estropeada y la moqueta por limpiar. Nos mudamos el miércoles 14, el jueves nos limpiaron la moqueta y Salva nos dejó una cocinita de gas para ir tirando pero a día de hoy aún tenemos la cocina estropeada así que a saber.


Y tras varios jaleos con el visado finalmente el viernes 16 de Abril mandamos el formulario para obtener el visado, ahora a esperar la contestación de si nos la conceden y si nos piden unos análisis médicos (si no nos los piden nos ahorramos unos 200€).


Estamos muy a gusto en el apartamento. Ahora ya nuestros días pasan buscando trabajo, esperando la contestación del visado y haciendo turismo.


Paralelamente al tener solucionado el tema de la casa empezamos a buscar trabajo, elaboramos el currículum en inglés, hicimos 30 copias y empezamos a repartir a la vez que rellenábamos por Internet formularios para McDonald’s y algunos supermercados. Luego hicimos más copias y entregamos por restaurantes españoles.


El miércoles 21 me llamaron para una tener entrevista el viernes en un supermercado.


El jueves nos pusimos a andar para conocer un poco más de esta ciudad que por unos meses será nuestro hogar. Anduvimos por la orilla del río donde nos encontramos con una gran noria que últimamente parece que es la moda; vimos en Liverpool, Manchester, en Melbourne, Sydney y aquí.


Luego continuamos, llegamos al jardín botánico donde había mucha gente jugando al fútbol (soccer como dicen aquí), haciendo deporte y tumbados en el césped. Está pegado a la universidad de tecnología por donde estuvimos cotilleando un rato. A la vuelta nos compramos un heladito y a casa a cenar y dormir que al día siguiente era el día de la entrevista.
El dilema era que al no tener el visado de estudiante que sí que permite trabajar no podemos sacarnos un número que es como el número de la seguridad social en España que es básico para poder trabajar.


Diez minutos antes de la hora ya estaba allí echa un flan. A la hora exacta entré por la puerta, había 2 chicas (una que parecía aprendiz y otra que entendía más). Le pregunté a la entendida por la persona que me tenía que entrevistar y no tenía ni idea. Llamó a su jefe y le dijo que me fuera enseñando el funcionamiento de la caja que se iba a retrasar. Estuvimos ahí mano a mano con la caja y de paso aprendiendo vocabulario. Me dijo que me diera una vuelta por la tienda y llamó el jefe. La chica me dijo que se iba a retrasar media hora, yo la notaba un poco incómoda intentando entretenerme hasta que llegara el jefe así que le dije que me iba a dar una vuelta y en 20 minutos volvería, ella me dijo que me llamaría.


Estuve fuera con Vicente alrededor de una hora, entré a la tienda, la chica estaba en el almacén. Pregunté a la aprendiza que si sabía algo del jefe, entró al almacén para preguntar a la que había estado hablando conmigo y cuando salió me dijo que le había comentado que me llamaba hoy o mañana. Por supuesto salí de allí sabiendo ya que aquello no iba a ocurrir.


Vinimos a comer y como hacía muy buen tiempo decidimos ir a dar una vuelta a la playa artificial de Brisbane. Es gracioso ver una playa de repente cuando paseas por la orilla del río además de que no tiene olas. Hay 2 partes, una que es más rollo piscina que sólo mide 1 metro cuyo suelo es normal y la otra que tiene arena que se divide en 2 partes, una con un más profundidad que la otra que es más para peques. Estuvimos paseando por ahí y sentaditos en el césped (que también había, aquí a gusto del consumidor: suelo de piedra, césped, arena…) Incluso tenía socorrista y un hombre de esos que hacen figuras con la arena.


El sábado salió también buen día. Habíamos visto por Internet que había un mercadito cerca así que nos acercamos pero ¡¡era una ruina!! Había 4 puestos, la mayoría era de ropa y de cosas hechas a mano pero híper caro. También estaba un asiático dando masajes, yo encantada me hubiera sentado pero mientras no trabajemos no hay dinero para esas cosas.


Fuimos a un local a Internet y cuando salimos ¡¡estaba lloviendo!! Vinimos a casa a preparar la comida esperando que parara pero nada, toda la tarde lloviendo, tiempo que aproveché para limpiar lo poco que hay para limpiar en nuestra casita y para escribir.


Hoy termino con una frase de Robert Frost: “En 2 palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: sigue adelante”

martes, 20 de abril de 2010

Vuelta a Brisbane

¡Hola de nuevo! No, no he sido atacada por ningún tiburón ni me he atragantado con una pizza de canguro ni estoy en la cárcel por discutir por el precio excesivo de los frutos secos.
Lo retomo por donde me quedé: maldormimos unas pocas horas tumbados en el suelo del aeropuerto de Melbourne luchando para no convertirnos en estalagmitas ya que ¡tenían el aire a -3 grados por lo menos!

A las 5 de la mañana desayuné un té calentito y un poco de bollería para coger fuerzas. A las 6 salimos a coger el taxi. El primer taxista al que preguntamos nos dijo sobre 130$ y al final nos dijo que lo dejaba en 100$ así que nos subimos. Por el camino nos estuvo contando bastantes cosas, entre ellas que en el aeropuerto a dónde íbamos sólo operaba la compañía con la que teníamos el vuelo y sólo para un par de destinos, que se usaba más como aeropuerto de exhibiciones, que hasta hace nada ni siquiera había cafetería ni apenas iluminación exterior y que lo que nos ha pasado a nosotros pasa con frecuencia ¡¡qué bien todo oye!!

El trayecto duró unos 50 minutos y nos cobró lo estipulado aunque debía ser un poco más. Estuvimos hablando todo el camino y se le entendía bastante bien ya que era turco y no australiano.

Al llegar aquello daba risa, ¡¡el polideportivo de mi barrio es más grande!! Nos sentamos en la única cafetería que había e intentamos dormir otro poco.

Ya nos dirigíamos hacia el avión y antes de que el azafato cogiera mi billete me indicó que le dejara la maleta para meterla en un compartimento para medirla como en Ryanair. Hemos viajado en 3 compañías aéreas, justo en esa era en la única que cumplía las medidas así que pasamos sin problemas.

Un día más tarde de lo previsto, el miércoles 24 de Marzo, llegamos a Brisbane para ya quedarnos. Estuvimos unos días con Salva y su familia viviendo en su casa y yendo con ellos de aquí para allá a la vez que empezamos a movernos para buscar academia. Miramos la opción de estudiar en una escuela oficial de idiomas pero tras varias visitas, preguntas y mareos, resolvimos que era muy caro además de un jaleo por las fechas y porque nos tendríamos que organizar nosotros el cambio de visado aparte que no nos daban un título acreditativo del curso a no ser de que hiciésemos 1 año. Así que nos inclinamos por una agencia de ayuda al estudiante que te asesora con la academia y te ayuda para el visado. Nos decidimos por un curso de 3 meses en una escuela en el centro de Brisbane, en principio de mañanas (te puedes cambiar a la tarde si es necesario por temas de trabajo) de 9 a 15.30 donde los viernes acabamos a las 12.30 y el resto del tiempo son actividades rollo excursiones, fútbol, ir a un pub a tomar algo…actividades para relacionarte con la gente y practicar el inglés.

El sábado fuimos a ver jugar al niño pequeño a rugby y fue muy gracioso, niños de 5 años que en ocasiones corrían mucho ¡pero para el lado contrario!

La semana siguiente estuvimos haciendo visitas a la agencia y empezamos a buscar piso. Fuimos a ver uno que era muy barato que nos fue ofrecido por un colombiano cuando le preguntamos en el centro por una calle, empezamos a hablar y surgió que él tenía una habitación doble así que allá fuimos. Una ruina, pequeña, sucia y alejada del centro así que debíamos continuar con la búsqueda.

Miramos por internet pisos compartidos con foto para curarnos en salud y no tener que volver a desplazarnos para semejante cuchitril. Fuimos a ver otro que estaba en el centro pero era muy pequeño y además compartido por un hombre de unos 45 años un poco desordenado. Empezamos a pensar que a lo mejor no nos saldría mal de precio algún apartamento /estudio para nosotros solos.

Llegó el viernes y nos fuimos a pasar las pascuas con Salva y su familia a una isla cerca de Brisbane llamada North Stradbroke, cariñosamente Straddie. La familia de la mujer de Salva tiene allí casas así que ¡otro viajecito! Cogimos un ferri, estuvo muy bien y la isla…mare ¡qué cosa más chula y cuánta naturaleza! Había una cantidad infinita de plantas muy bonitas con flores, bichitos diferentes, no sé, era un trocito de paraíso. Llegamos y nos acomodamos. Nos dijeron que la playa quedaba cerca así que hicimos el intento de ir hacia ella, pero de noche, con un bosquecito delante de nosotros, con toda clase de bichos nocturnos (incluidas serpientes) era complicado. Al menos buscando el camino vimos unas sombras que estaban a 4 patas, nos quedamos parados y de repente se pusieron a saltar ¡¡eran canguros que estaban agachados comiendo hierba!! Qué guay, nuestros primeros canguros aunque en la oscuridad de la noche pero canguros en libertad.

Contentos con nuestra mini aventura nos volvimos y cenamos. Después de cenar Salva sacó un dominó antiguo y allí que nos pusimos a jugar él, su cuñado, Vicente y yo en la mitad de una isla del Atlántico como si fuera cualquier bar español jaja.

El sábado 3 de Abril hicimos el amago de levantarnos pronto pero no pudimos. Cuando salimos de la casa a las 10 la gente ya estaba almorzando, allí madrugan mucho. Nos pusimos el bañador y fuimos a la playa. Me costó lo mío meterme en el agua porque el agua estaba bastante fría pero finalmente me bañé. Había una corriente brutal así que no duré mucho y nos fuimos a pasear por la orilla, a coger conchitas y piedrecitas curiosas. (CURIOSIDAD: aquí la gente va con el 4x4 por la orilla de la playa, deshinchan las ruedas un poco para que se adhieran a la arena y au)
Luego fuimos a una tienda de pescado y vimos cabezas de tiburón y ¡hasta cogí una mandíbula de tiburón!

Por la tarde dormimos siesta, paseamos un poco, a cenar y de nuevo dominó, esta vez ya nos fuimos cogiendo y ganando algunas veces.

El domingo también fuimos a la playa con la ilusión de aprender a hacer surf pero de nuevo, había bastante corriente lo que hacía inviable que un par de novatos como nosotros se pusieran a hacer surf.

Por la tarde nos acercamos a un árbol donde solían haber koalas y vimos uno en un árbol. Estaba bastante gordito y yo pensé: “uy, en la tele parecen más estilizados” pero luego me dijeron que estaba embarazado así que vi a koala y medio :P . Más tarde estuvimos jugando a lo decidimos apodar “Petanca australiana”. Las bolas son las mismas que las de la petanca española pero las reglas varían. Se juega por parejas, hay que colocar la bolita pequeña donde quieras (un sitio distinto en cada partida), elegir un lugar para el tiro y una manera de lanzar (a la pata coja, de espaldas, detrás de un árbol, etc) y gana la bola o bolas que más cerca queden de la bolita, así hasta que se llega a 11 puntos. No tuvimos la suerte del principiante pero no lo hicimos mal, aunque creo que se nos empezaba a dar mejor el dominó.

Esa noche Salva hizo una paella riquísima, eso sí que es comida y no el fraude de los bares españoles. En cuanto al dominó fue la revancha y ganamos nosotros ¡oeeeeeeeeeeeeeee!

El lunes ya recogimos todo y nos fuimos con Salva a hacer una excursión por la costa de la isla, vimos una de las playas preferidas por los surfistas de todo el mundo, es inmensamente larga. El recorrido fue muy bonito, unas vistas preciosas y pudimos disfrutar del océano pacífico en todo su esplendor.

Hoy doy por finalizado mi relato que si no os cogeréis un empacho, en unos días más ya que aún hay cosillas que contar (uy, sin haberlo planeado me han salido 2 pareados).

Para cerrar la frase de hoy: “No todo silencio es ausencia ni toda ausencia es olvido”