De nuevo en Melbourne
Había un puesto de “churros” en el que ponía “spanish donuts” y con música latina de fondo, hmmm totalmente español. Lo más grande el precio, ¡1$ cada churro!
Después del mercado nos fuimos ilusionados por la idea de seguir con la ruta de alimentación española de la semana pasada donde habían paellas de marisco peeeeero nos llevamos una desilusión porque sí que seguía la feria pero ese día estaba dedicada a la comida tailandesa y claro, paellas de marisco en Tailandia como que no se llevan mucho (aunque tiempo al tiempo).
Así que ante nuestra frustración fuimos a nuestro querido, cercano, sabroso y barato italiano donde comimos tan ricamente a las 3 de la tarde y sin problemas.
Luego la obligada siesta después de estar despiertos ya casi 12 horas, al McDonald´s a cenar barato y a conectarnos un rato. (CURIOSIDAD: en todos los restaurantes te dan agua fría del grifo gratis pero en el menú del Mc no entra el agua, te la cobran aparte)
2º día
Al día siguiente nos levantamos a desayunar, estuvimos por el cauce del río paseando al rico solecito y tumbados en el césped.
Después comenzamos a andar y nos dimos un buen paseo hasta encontrar un sitio para comer donde pudimos degustar algo típico de aquí (o al menos eso nos dijo la camarera) llamado Sausage Roll que era una especie de rollito de carne.
Más tarde fuimos al parque donde esta semana se disputará la Fórmula 1 con Alonso en Ferrari y estuvimos recorriéndolo. Es enoooooorme, tiene en el centro un lago gigantesco (7 km) en el que hay mucha variedad de fauna, parte de ella la componen cisnes negros bastante más grandes de lo habitual en España (o al menos los que yo he visto en mi vida).
Luego, para ser fieles a Melbourne, no faltamos a nuestra cita con el atardecer en St. Kilda. Esta vez pudimos disfrutarlo menos porque hacía un frío considerable y en cuanto se escondió el sol nos fuimos.
Andando por la zona vimos otro español llamado Barcelona (se ve que te hacen descuento por ponerle ese nombre a todo lo que sea comida española). Entramos esperanzados al ver en el menú patatas bravas con alioli bien escrito, aunque le preguntamos al camarero y nos dijo que el cocinero no era español. Nos pedimos unas bravas, calamares fritos y berenjena con queso. ¡Ah! la música era de nuevo latina. Cuando nos trajeron las bravas nos quedamos boquiabiertos o más. Era un cilindro vertical de patatas cubiertas por algo rojo (parecía pimienta a mansalva) que se deshacían pero más boquiabiertos nos quedamos cuando las probamos: “asjdfoasifnsfyibsdfi” (eso son los tacos pero censurados que dije cuando las probé) ¡¡qué picor madre mía!! Yo que odio el picante en las comidas…aquello picaba más que la varicela, hasta me ardían los labios. (ver foto superior) Aún no habíamos salido de nuestro asombro cuando nos trajeron el segundo plato algo rebozado que dedujimos que eran los calamares aunque tenía cosas negras en los extremos. Cuando nos sirvieron el tercer plato y el camarero nos dijo: “calamares” nos quedamos Vicente y yo mirándonos en plan de: “¿hola? ¿esto no eran los calamares?” pues no, era la berenjena con queso que ya me dirás tú dónde está el queso, igual es transparente e insaboro… además la berenjena estaba tan camuflada con el rebozado que ni sabía a ella misma. Al menos la berenjena no picaba y comimos bien pero cuando le fuimos a hincar el diente a los calamares…¡¡noooo!! Otra vez picaban pero de lo lindo. En resumen, lo único realmente se parecía a algo español era el limón para los calamares, a excepción de eso, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Mi indignación acrecentada por el picor y ardor de mi boca me llevaron a preguntar al camarero muy educadamente, (no temáis los que sabéis de mi carácter) quién era hacia el propietario, a lo que me contestó que él mismo. Le dije muy finamente que en España los calamares no pican, que sólo tienen mayonesa y limón. El pobre se defendió diciendo que él NUNCA ha estado en España pero que le gusta mucho la comida así como la cultura española y que no hace comida típica española sino que le da un toque. ¿Le llama “dar un toque” a estar cenando y que aquello parezca más un mexicano que un bar de tapasespañol? Tras escuchar una canción de reggeton Vicente le sugirió que debería poner canciones de Julio Iglesias ya que es un español mundialmente conocido…¿acaso el Fary no? jaja.
Salimos de allí echando fuego por la boca así que había que apagarlo y ¿qué mejor manera que con un heladito? Así lo hicimos, compartiendo un helado inmenso de nueces y almendras, ya que no comemos frutos secos porque son carísimos al menos los comemos en helado.
Aún flipando con el pseudo-español que acabábamos de visitar nos dimos un paseo hasta coger de nuevo el tranvía y a dormir.
3er día
Esta mañana ha salido nublada así que no hemos podido tomar mucho el solecito. Nos hemos ido al Mc y hemos mirado algo de academias y pisos para Brisbane.
Luego a comer a nuestro italiano de siempre, a recoger las maletas y hacia el aeropuerto con un poquito de prisa ya que han tardado la vida en venir los 2 tranvías pero bien, con tiempo al final.
Hemos llegado al aeropuerto y tras dirigirnos a la compañía aérea que operaba nuestro vuelo nos dice la chica del mostrador que allí no era. Saco los papeles y se los enseño para que vea que el vuelo era con su compañía y me dice que sí pero que NO ES EL AEROPUERTO CORRECTO, que Melbourne tiene otro aeropuerto llamado Melbourne Avalón que queda a una hora de aquí y allí es donde deberíamos haber ido.
Nos remitió a otro mostrador donde una chica nos dijo que hoy ya no quedaban vuelos a Brisbane, que el más próximo (en Avalon) era alas 9.05 del día siguiente y que nos cambiaba los billetes gratis pero que teníamos que coger un autobús hasta la ciudad y desde allí otro al aeropuerto, también nos dijo que aquel era un aeropuerto súper pequeño, que ni siquiera habría 24 horas, que por no haber no habían ni sitios para comer y los autobuses desde la ciudad no tenían horarios fijos sino que iban en relación a los horarios de los vuelos. Otras opciones eran coger un taxi desde aquí pero que era muy caro o mirar los precios en las otras compañías que desde este aeropuerto SÍ que volaban a Brisbane, increíble.
Así que fuimos a preguntar a las 2 compañías que volaban a Brisbane pero el más barato eran 165$ además de perder los 95$ que habíamos pagado ya por el vuelo perdido. Por otra parte el taxi nos dijeron que costaba unos 90$, que entre 2 nos sale a 45$ y ya sólo volver a la ciudad nos sale por 16$ más unos 25-30 que nos cueste el otro bus con la incertidumbre de a qué hora pasará y si volveremos a perder el avión. Así que tras pensarlo fría y detenidamente hemos decidido quedarnos en el aeropuerto ya que éste es bastante grande, tiene tiendas, cafeterías, restaurantes, etc. Estar aquí hasta las 6 de la mañana o así, a esa hora coger un taxi que tarda unos 50 minutos en llegar al aeropuerto de Avalon y no tentar de nuevo a la suerte que parece esto la “maldición del demonio de Tasmania” (todo comenzó en Tasmania) ya que no habíamos ido a verle porque era caro, ahora nos la juega, con lo mono que parecía en las fotos…graciaaaaaaaaaaaaas.
Lo primero que pensé es que no podía ser verdad ¿cómo podemos ser tan desgraciados? Perder 2 vuelos en 2 días, y además este de esta forma. Está claro que cuando coges tantos vuelos, viajas tanto y más en un país con un idioma que no es el tuyo hay contratiempos pero ché, ¿tan seguidos? En fin, que es lo que hay, al menos no teníamos reservado nada mañana para dormir en Brisbane y estoy practicando mucho inglés, no en las circunstancias que me gustaría ni por los motivos que me gustaría pero cuando no hay pan buenas son tortas. (CURIOSIDAD: aquí en las panaderías venden pasteles o pan rollo Bimbo, en las escasas en que hay pan “normal” cuesta un riñón)
Al menos he aprovechado para poner esto al día, aunque no sé cuando lo subiré porque aquí la wifi son 11$ la hora ¿quién da más?
La gente se va yendo y nosotros seguimos aquí, “sólo” nos quedan 6 horas para coger el taxi ¿qué tal saldrá todo? ¿Ganará la moneda de la suerte de Hong Kong a la maldición del demonio de Tasmania? En el próximo capítulo, el desenlace.